En la actualidad es más frecuente escuchar a las madres decir Mi
hijo no quiere comer, mi hijo no tiene apetito,
mi niño solo come lo que quiere, entre otras frases más. Ello sin duda
lleva a una gran preocupación en las madres, por lo que gran parte de ellas
opta por acudir a consultas médicas
pediátricas para conocer el por qué del
asunto.
De esta manera Bernard Brusset , psicólogo especialista indica que un tercio de las consultas de pediatría se dan debido al rechazo alimentario por parte del niño, mientras que otros autores afirman que entre 33% y 50% de las madres consultan por este motivo. Por otro lado, es importante reconocer que el cambio que se pueda dar en el apetito del niño dependerá de la edad ya que como se demostró en una investigación realizada en el Perú, en donde se determinó que hacia los 11 meses de edad un poco más de 30% de los niños eran inapetentes, comparado con 3% en el primer mes de edad.[1] Así mismo ,según la literatura da a conocer que existe una disminución fisiológica del apetito que se da entre los dos y cinco años de edad[2], es por ello que resulta de gran importancia el proporcionar la información acerca de la inapetencia infantil puesto que en reiteradas oportunidades los padres fuerzan a sus hijos a comer , sin conocer que existe una disminución fisiológica del apetito que en consecuencia podría generar aspectos negativos como el rechazo a la comida, negación a ciertos alimentos entre otros.
De esta manera Bernard Brusset , psicólogo especialista indica que un tercio de las consultas de pediatría se dan debido al rechazo alimentario por parte del niño, mientras que otros autores afirman que entre 33% y 50% de las madres consultan por este motivo. Por otro lado, es importante reconocer que el cambio que se pueda dar en el apetito del niño dependerá de la edad ya que como se demostró en una investigación realizada en el Perú, en donde se determinó que hacia los 11 meses de edad un poco más de 30% de los niños eran inapetentes, comparado con 3% en el primer mes de edad.[1] Así mismo ,según la literatura da a conocer que existe una disminución fisiológica del apetito que se da entre los dos y cinco años de edad[2], es por ello que resulta de gran importancia el proporcionar la información acerca de la inapetencia infantil puesto que en reiteradas oportunidades los padres fuerzan a sus hijos a comer , sin conocer que existe una disminución fisiológica del apetito que en consecuencia podría generar aspectos negativos como el rechazo a la comida, negación a ciertos alimentos entre otros.
Por otro lado, cabe mencionar que
la falta de información de los padres con respecto a la inapetencia del niño
conlleva a que estos muchas veces no tengan los conocimientos o herramientas
para enfrentar o manejar la situación, que
como ya se mencionaron
anteriormente generan medidas muchas veces erróneas por parte de los
padres que inevitablemente terminan influenciando
en la conducta alimentaria del infante puesto que podría generar aspectos
negativos frente a los alimentos. Todo ello podría traer como consecuencia
problemas nutricionales como el bajo peso y en el peor de los casos la
desnutrición.
[1]
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